En esta aventura de generar el CFDI en versión 4.0, uno de los principales problemas es que te solicitan la constancia de situación fiscal actualizada. Casi, casi como ocurre con las actas de nacimiento en copia certificada. Desde que nací conservo mi nombre, tampoco llegué en una canasta a la puerta de mis papás y sigo conservando mi género, así que habría motivo para solicitar una copia actualizada.
En realidad no existe una disposición legal que establezca que estos documentos caducan. Sin embargo, esta desconfianza que embarga a los contribuyentes y el delirio de persecución, ha propiciado que se pretenda corroborar cada dato que nos da el receptor de una factura.
Sin detenernos a pensar que si para toda operación vamos a estar solicitando una constancia, lo único que vamos a generar es un cuello de botella, así que aquí les pongo un ejemplo, de que NO es necesario mostrar la constancia de situación fiscal para todo. Con solo proporcionar los datos y confiar en que el receptor conoce mejor que nadie su información (aunque no falta el despistado), es posible timbrar un CFDI sin mayor contratiempo.
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