Se supone que yo tendría que haber estado en Los Cabos esta semana para brindar varias asesorías sobre contabilidad digital, pero ni siquiera pude comunicarme con mis amigos allá y sólo alcancé a ver fotos del hotel medio destruido. En palabras de una residente de allá solo alcanzo a decir entre lágrimas que pensó que era el día del juicio final.
Pasan tantas cosas, y ninguna esta bajo nuestro control, pero a los contadores de La Paz y Los Cabos, les recuerdo que tienen el corazón para acompañar en la reconstrucción a los empresarios, ahora es cuando no solo nuestros conocimientos son útiles, también nuestra solidaridad y por eso es importante este decreto que incluye estímulos que podemos aplicar.